¿Cuántas veces has contratado a alguien técnicamente brillante… que al poco tiempo se desconectó del equipo, del proyecto o directamente se fue?
¿Te suena?
Si en tus procesos de selección no estás validando soft skills, estás contratando solo la mitad del perfil.
Y eso, en entornos donde la tecnología avanza más rápido que las personas pueden adaptarse, es un error que se paga caro, en Candee, como agencia de talento digital lo sabemos de primera mano.
¿Por qué importa tanto esto ahora?
Actualmente las empresas que lideran son las que tienen equipos que entienden el negocio, colaboran sin fricciones y piensan en cliente. ¿Y dónde se activa todo eso? En lo invisible. En lo que no se ve en el CV, las soft skills.
- El 89% de los errores de contratación se deben a fallos en habilidades interpersonales, no técnicas (LinkedIn Talent Trends).
- El WEF posiciona las soft skills como el núcleo de empleabilidad futura.
- Y en nuestros procesos en Candee, lo vemos cada semana: el 60% de los descartes por parte de empresas no tienen que ver con lo técnico, sino con cómo la persona se relaciona, comunica, decide o lidera.
💡 Pero no nos engañemos: esto no se arregla con intuición. Se evalúa. Con estructura, contexto y criterio.
¿Qué habilidades deberías validar (y no estás validando bien)?
Vamos al grano. Si estás contratando perfiles digitales, estas son las soft skills que marcan la diferencia entre sumar y sobrevivir:
- Capacidad analítica, para convertir datos en decisiones con impacto.
En un mundo donde sobran datos pero faltan decisiones inteligentes, tener a alguien que sepa leer los números y traducirlos en acción es una joya. No basta con lanzar dashboards. Hace falta gente que sepa priorizar, cuestionar y decidir.
Y esto, lo vemos mucho en entrevistas. Cuando una persona explica qué dato miró, cómo interpretó una caída, o por qué descartó una campaña aparentemente prometedora… ahí sabes que no estás ante un técnico, sino ante un profesional estratégico.
- Orientación a cliente, incluso cuando el rol es backend.
Sea usuario, consumidor final, o stakeholder interno, todo el trabajo digital acaba impactando en alguien más. El talento que entiende esto desde el principio, piensa diferente. No diseña para lucirse, diseña para servir. No comunica para informar, comunica para conectar.
No siempre es fácil detectar esto en una entrevista de trabajo, pero hay pistas claras: cómo recogen feedback, cómo hablan de su audiencia, si conocen sus puntos de dolor. Quien tiene orientación a cliente, lo demuestra incluso en cómo responde una pregunta.
- Visión de negocio, porque quien no sabe para qué trabaja, solo ejecuta
Marca una diferencia enorme entre quien cumple y quien contribuye. Un perfil digital especializado con visión de negocio no solo piensa en si su parte está bien, sino en si lo que hace mueve una métrica que importa.
No hablamos de convertir a perfiles tech en comerciales, sino de que todo el equipo entienda cómo impacta su trabajo en el todo.
- Colaboración transversal, porque los proyectos digitales mueren en los silos.
Los proyectos digitales se caen por problemas de comunicación más que por errores técnicos. Por eso, la capacidad de colaborar, de escuchar, de co-crear sin necesidad de imponer, es una de las habilidades más críticas.
No basta con saber trabajar en equipo. Hay que saber trabajar entre equipos. Y eso requiere empatía, humildad y mucha más inteligencia emocional de la que solemos validar.
- Liderazgo, sin cargo, pero con voz y responsabilidad.
Hoy, los equipos digitales necesitan menos jefes y más referentes. Personas que sepan guiar, sostener, alinear… sin mandar. Que sepan asumir responsabilidad cuando toca, y delegar cuando no.
- Innovación con criterio, no solo creatividad, sino propuesta útil.
La innovación que sirve es la que aparece cuando alguien se atreve a cuestionar, a proponer, a probar. Esto no es patrimonio exclusivo de perfiles creativos. Hemos visto perfiles de backend con más mentalidad innovadora que muchos CMOs. Lo que cambia es la actitud: no se trata de brillar, sino de mejorar.
¿Y cómo se mide eso en una entrevista y proceso de selección de talento digital?
No se mide en una pregunta de “¿te consideras una persona resolutiva?”. Se mide:
- En cómo la persona te cuenta decisiones pasadas.
- En cómo justifica una solución.
- En qué preguntas hace.
- En qué no dice, pero deja entrever.
Y sobre todo, se ve cuando el proceso está diseñado para no dejar fuera la parte humana.
No solo validamos perfiles digitales técnicos. Validamos futuro.
¿Nuestra diferencia? No trabajamos con “candidatos”. Trabajamos con personas reales. Y no empujamos CVs. Representamos talento con criterio, validado técnica y personalmente.
👉 En nuestros procesos evaluamos hard y soft skills con expertos activos en digital y pruebas de conocimiento diseñadas para cada cliente y cada rol específico.
👉 Acompañamos a Hiring Managers para entrevistar más allá del “qué sabes hacer”.
👉 Te decimos lo que nadie más te dice: si ese perfil tan perfecto no va a encajar en tu cultura, te lo contamos.
Porque cubrir vacantes lo hace cualquiera. Asegurar que encaje con tu cultura y se quede, es otra historia.
Si no estás validando soft skills, estás asumiendo un riesgo invisible
En el mercado digital, lo invisible se hace evidente muy rápido. Se nota en los proyectos que no arrancan, en los equipos que se agotan, en los managers que acaban “haciendo de psicólogos” sin querer.
En Candee te ayudamos a evitar eso. Porque tu proceso de selección de perfiles de marketing digital o digital natives no es solo una entrevista. Es una decisión de negocio.
📩 Contáctanos y revisamos contigo cómo estás evaluando lo que de verdad importa.